Un nuevo golpe de mano de la Justicia ha dado la posibilidad a los miles de accionistas a que puedan reclamar por la ampliación del Popular que sucedió en el año 2012. Por su parte, el Banco Santander está pendiente de decidir si recurre y lleva la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid al Tribunal Supremo.
Las reclamaciones por la ampliación de capital del Banco Popular empiezan a llegar
Esta ampliación ha causado mucha polémica, también entre los accionistas. Y es que, en esta sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, el juez recoge (por primera vez) los argumentos aportados por los demandantes, quienes indican claramente que los estados financieros de Banco Popular no reflejaban una imagen fiel desde el 17 febrero 2012.
Como consecuencia en esta sentencia del tribunal de segunda instancia, se recoge que se debe devolver el precio de las acciones a causa del “incumplimiento de las obligaciones”. No obstante, va más allá.
Se respalda la posición de los demandantes que indicaron que en el año 2012 ya se podría una clara situación de insolvencia, momento en el que se realizó la ampliación de capital. Por lo que, afirman que no era un problema de iliquidez puntual, sino que era de insolvencia. De hecho, esa situación les llevó a comprar el Banco Pastor por 1,3 millones de euros cuando su valor real era de 500.000 euros.
También sostienen que ocultaron la situación real de la entidad tratando de dar imagen de solvencia cuando no era así. Mientras que, por otro lado, el Banco Santander afirma justo lo contrario. Señalan que fue un problema de liquidez y no de insolvencia.
Frente a esta situación, los 300.000 accionistas afectados por la resolución del banco pueden reclamar incluso aunque hubieran comprado las acciones años atrás. Como avanzamos, muchas de esas demandas ya cuestionan la ampliación de capital en 2021 y la imagen que se trataba de dar en ese momento.
Por lo que, en estos momentos, los afectados ya pueden presentar su reclamación. Mientras tanto, el Banco Santander parece estar estudiando qué hacer, si recurrir o si aceptar la situación.
Veremos finalmente en qué queda esta situación, pero puede ser una buena oportunidad para los accionistas afectados que quieran reclamar. En cualquier caso, todo parece indicar que saldrá adelante y con buen final para ellos.