El caso Shirtum: ¿estamos ante el principio del fin de la burbuja cripto?

El caso Shirtum, uno de los fraudes cripto más sonados vinculados al mundo del fútbol de élite, vuelve a escena judicial. Los días 16 y 17 de junio están citados a declarar ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona los cuatro principales denunciados: Manel Ángel Torras Pérez, su hijo Marc Albert Torras Gómez, Manuel Morillas Paredes y el empresario argentino David Rozencwaig. Se enfrentan a una investigación por hasta once delitos, entre ellos apropiación indebida, fraude fiscal, delito societario y publicidad engañosa. La querella, admitida a trámite el 12 de mayo, cifra el presunto fraude en más de tres millones de euros. En la causa también figuran como investigados varios futbolistas de alto nivel que promocionaron el proyecto.

Shirtum se presentó como una plataforma tecnológica para adquirir NFTs exclusivos de futbolistas mediante su propio criptoactivo: el token $SHI. Su imagen pública se construyó en torno a la participación de deportistas conocidos, una narrativa de innovación y un ecosistema prometido que nunca llegó a materializarse. Detrás del marketing y las promesas de rentabilidad, el proyecto carecía de estructura financiera real y mecanismos técnicos de respaldo.

Pero el punto clave que puede determinar el futuro del caso y arrojar luz sobre el entramado fraudulento es el contundente informe económico pericial elaborado por Prosper Lamothe, CEO de RHO Finanzas y catedrático de Economía Financiera en la Universidad Autónoma de Madrid. Este documento, pieza central de la instrucción, no solo desmantela el modelo financiero de Shirtum, sino que lo califica técnicamente como una estafa.

El informe de Prosper Lamothe: un análisis que destapa la verdad

El trabajo de Prosper Lamothe disecciona con rigor científico las debilidades estructurales del token $SHI y revela que Shirtum nunca implementó los mínimos mecanismos técnicos y financieros para proteger el valor de su criptomoneda. El peritaje identifica tres fallos críticos que confirman la naturaleza fraudulenta del proyecto:

  • Volatilidad descontrolada: según Prosper Lamothe, el proyecto carecía de cualquier sistema para estabilizar el precio del token. El “pool” de liquidez era insuficiente y no existían mecanismos que limitaran la fluctuación de valor, exponiendo a los inversores a una montaña rusa sin protección.
  • Incumplimiento de las condiciones prometidas: el white paper aseguraba que los NFTs solo podrían comprarse con $SHI en un marketplace exclusivo, una de las principales razones por las que los inversores confiaron en el proyecto. Prosper Lamothe confirma que dicho marketplace nunca se desarrolló, lo que desvirtúa por completo la propuesta.
  • Ausencia de respaldo real: la falta de un ecosistema funcional convirtió al token en un mero activo vacío, sin valor intrínseco ni utilidad real. “Estamos ante un activo cuyo valor estaba basado únicamente en promesas y papel, sin sustento tangible”, señala Prosper Lamothe.

Este informe es más que un documento pericial; es una advertencia fundada, una radiografía del modus operandi que está erosionando la confianza en el mercado cripto. En palabras de Prosper Lamothe, “es un fraude comparable a aquel que vende bienes o servicios sin cumplir la información dada a los clientes, con la agravante de un entorno digital complejo y poco regulado”.

Un llamado urgente a la responsabilidad

Como experto reconocido en activos digitales, Prosper Lamothe advierte que casos como Shirtum se están volviendo cada vez más comunes en el universo cripto: proyectos envueltos en terminología técnica, respaldados por figuras públicas, pero que en realidad no ofrecen un producto o servicio real.

Su informe no solo tiene peso probatorio en el juzgado, sino que lanza un mensaje contundente a reguladores, inversores y actores financieros: sin medidas reales de control, sin cumplimiento estricto de la normativa y sin una base financiera sólida, cualquier token puede convertirse en humo.

El caso Shirtum es mucho más que el juicio a un proyecto fallido; es un símbolo de las fragilidades de un sistema que hoy más que nunca exige transparencia, rigor técnico y responsabilidad. Lo que está en juego no es solo el dinero perdido, sino la confianza en un mercado que no puede permitirse más espejismos.

Y, gracias al trabajo riguroso y profesional de Prosper Lamothe, esta investigación pone en evidencia que la burbuja cripto no estalla por azar, sino cuando la realidad desmonta la ilusión.

Este podría ser uno de esos momentos decisivos.