La gestión integral del riesgo en las empresas no financieras.

El concepto de cfar (Cash Flow At Risk)

Como hemos ido experimentando a lo largo de estos últimos años, vivimos en un entorno volátil y lleno de incertidumbre en el que llevar a cabo una gestión de riesgos adecuada es esencial.

Esta necesidad es trasladada a todos los agentes económicos, pero hoy desde RHO Finanzas nos centraremos en las empresas no financieras y en cómo esta gestión se lleva a cabo.

Qué es un sistema de gestión de riesgo en una empresa

Son muchos los motivos que nos llevan a pensar en el porqué una empresa necesita contar con un sistema que permita la gestión de riesgos a la hora de desarrollar su actividad. No obstante, en primer lugar tenemos que tener claro en qué consiste este sistema.

Un sistema de gestión de riesgos es aquel que permite desarrollar en conjunto procesos de identificación, planificación, organización, dirección y control de los recursos humanos y materiales de la organización.

De hecho, el área financiera de una compañía toma decisiones sobre cuatro aspectos fundamentales:

  • Inversiones en diferentes activos financieros y reales.
  • Estrategias de crecimiento y tamaño.
  • Decisiones de financiación.
  • Decisiones de gestión de riesgos.

Tradicionalmente, se han tomado este tipo de decisiones de forma rudimentaria, pero con la implantación de un sistema de gestión de riesgo se persigue el objetivo de reducir y aprovechar el riesgo y la incertidumbre que pueda existir en el propio beneficio de la organización.

Como la incertidumbre nos presenta riesgos y oportunidades con el potencial suficiente de eliminar o crear valor, este sistema de gestión de riesgos, nos permite tratar de forma eficaz contra estos peligros y oportunidades con el fin de generar valor en una empresa.

Por tanto, es así como una correcta gestión del riesgo maximiza el valor de una organización cuando las estrategias consiguen alcanzar metas de crecimiento y rentabilidad de la inversión en una situación de incertidumbre.

La gestión del riesgo en las empresas no financieras

En el caso concreto de estas instituciones en las que se venden productos y servicios no financieros, la regulación no les obliga a disponer de un sistema avanzado para la gestión de riesgos. El problema reside, en que las condiciones en las que desarrollan su actividad han hecho que esto sea una pieza imprescindible para su actividad.

Entre las condiciones entre las que desarrolla su actividad una empresa no financiera, nos encontramos con una gran volatilidad de los mercados financieros y las materias primas.

Si a esto le sumamos también la necesidad de asignar de forma eficiente el capital en los diferentes negocios, nos encontramos con numerosas decisiones que se ven afectadas por muchas amenazas del entorno.

Es así como a lo largo de los años los sistemas de gestión de riesgo han ido perfeccionándose para tomar las mejores decisiones de inversión. De tal manera que con su integración dentro de la organización vemos como se reduce considerablemente situaciones de insolvencia o banca rota.

Por tanto, aunque en las entidades no financieras este sistema no sea obligatorio, sí que se ha convertido en algo imprescindible.

El sistema Cash Flow At Risk

Existen varios modelos para hacer frente a este Sistema de gestion del riego y son muchos los que proponen el concepto de Cash Flow At Risk (CFAR) para aplicarlo a las entidades no financieras.

Este modelo estadístico pone de manifiesto el mínimo flujo de capa que la empresa puede obtener durante un periodo con un determinado nivel de confianza estadístico.

Metodológicamente, la estimación del CFAR pasa por los siguientes pasos:

  • Planteamiento de la generación de los flujos de caja
  • Identificación de los factores de riesgo.
  • Simulación de los factores de riesgo.
  • Recálculo de los flujos de capa.
  • Construcción de la distribución de probabilidad de los flujos de caja.
  • Análisis de los percentiles del valor de los flujos de caja.

Ventajas del CFAR para las empresas

Son muchos los beneficios que nos aporta este modelo a la hora de gestionar los riesgos que envuelven a una organización. Los más destacables son:

  • Este concepto nos permite estimar de forma global el riesgo financiero al que una organización hace frente. Además, esta estimación se realiza de forma convencional como pérdida máxima para un nivel dado de confianza estadístico.
  • Por otro lado, analiza las interacciones de los diferentes factores de riesgo y el efecto de correlación que pueda existir entre los mismos.
  • Identifica las coberturas más naturales y generales que pueden existir dentro de cualquier organización.
  • También evalúa el impacto que tienen todos los instrumentos y estrategias de cobertura que se puedan llevar a cabo.
  • Además, las propias coberturas de la organización pueden diseñarse de una forma de lo más eficiente, adaptándose en todo momento a las necesidades de una empresa.
  • Las empresas multinacionales y/o divisionalizadas por su parte, pueden conocer cómo se distribuye el riesgo en las diferentes unidades de negocio, lo que nos deja una ventaja de lo más atractiva para una mejor asignación del capital.

En definitiva, el Cash Flow At Risk es una herramienta imprescindible para optimizar la gestión de riesgos y coberturas de una empresa. El llevar a cabo esta gestión incrementa de forma notable la creación de valor de las organizaciones. De la misma forma, que también se garantiza la supervivencia de una empresa.

Con un sistema de gestión de riesgos alcanzamos dos grandes objetivos, ya que creamos valor y reducimos el riesgo de la empresa, lo que nos deja claro que es una pieza fundamental tanto para organizaciones financieras como no financieras.